En los últimos años del siglo XIX abundaban establecimientos comerciales con denominaciones raras y extravagantes, en ciertos casos. En 1890 se anotó la existencia de los siguientes: Almacén del Desengaño, Tienda «A mi capricho», Confitería La Siberia, Fonda de la Buena Sopa, Almacén María Esperanza, Cochería Campesina, Tienda La Africana, Almacén Simpático, Tienda Comodidad y Economía, Almacén Moderado y Baratillo «La Mosca Blanca»… (Fuente: Wladimir C Mikielievich – Estampas del Pasado).
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Rosario: "una ciudad para visitar y volver". 